Los que llegan

no me encuentran

los que espero


n e x i s t e n .

All return.

Es irónico.
El amor, 
la oscuridad 
mi arma.

Ellas regresaron
una está lejos pero dice que se equivocó, quiere remediar
regresa con la mirada perdida, más frágil de lo que era, más pendiente que de costumbre, 
pero siempre orgullosa.
Su amor parece ser sincero.

Otra jala y suelta, regresa y se va, pero cuando regresa, regresa con todo, dejando su aroma en mi ser, en mi piel, en mis poros, en mi habitación, en mi imaginación, en mis paredes, en mi atmósfera, tanto... que me asfixio y derramo demencia. Pero la quiero, no siempre, pero la quiero.

La tercera está ahí, pero es muy puta, puta sexy, pícara, malvada y atractiva, segura de sí misma cuando bebe o está drogada, pero cuando no, se esconde tras aparatos tecnológicos queriendo demostrar al mundo lo fuerte que es su "otro yo" (el yo alcohólico y drogadicto), queriendo imponer maldad, cuando lo único que busca (pero se escapa) es el amor a gritos.

Realmente, no quiero a ninguna, o quizás a alguna, que tiene rosas y clavos para mi, cuchillos sin filo que podría afilar después y clavármelos por la espalda, sonrisas, caramelos y osos de goma, pero también lágrimas oprimidas en pupilas agotadas. 

Quizás quiero a otra, que puedo ver-encontrar de casualidad en algun bar metal, bailando empapada de alcohol y humo, con sus cabellos rojos sangre, sangre que derrama su interior, sangre que tiene en los ojos, en su ropa rasgada, en sus uñas de tanto arañar espaldas, órganos, corazones, paseando entre una y otra persona, dejando su veneno de rosas en cada uno (a), haciendo que se obsesionen por ella y luego los (as) bota como quiere (sutil o no, siempre con una sonrisa quetedejainmovil-estúpido), llamando la atención con movimientos, bailes, gestos, miradas fijas, para que todo lo antes imaginado/relacionado con ella y maldad se esfume. 

Que poco rato dura la vida infinita, celos ricos q sueñan q desnudan, laberintos mentales que entran de puntitas por las madrugadas, tomando viada y se meten con todo, explotando, desintegrándose hasta llegar al núcleo, a mi centro, a mi cerebro, a mi corazón, a mi alma.
 
No voy a permitir que perforen un corazón cansado de latir, este nunca no esconde un quizás. 

Basta.
Yo, de jugar con hombres y ellas de jugar conmigo.